La evaluación institucional del nivel terciario: contexto dominicano

El Dr. Leonel Rodríguez Rib ocupó la Rectoría de la Universidad APEC por 16 años, desde 1974 hasta 1990. Estos fueron años en cierto modo fundamentales, pues en ellos se verificó la transformación institucional y de identidad por la que el Instituto de Estudios Superiores pasó a ser Universidad APEC. Testimonio de un agente privilegiado de ese cambio, la selección de discursos presentados aquí constituye una digna muestra de las preocupaciones, esfuerzos y esperanzas que impulsaron entonces la labor de esta comunidad educativa. En estos textos resaltan especialmente los temas relativos a la calidad de la educación superior y a las posibilidades de acceso a esta que deben ser creadas, al empeño por hacer de la universidad un sistema integrado de fuerzas positivas y de vanguardia por el que la sociedad toda se regenera. La universidad, viene a decir del rector Rodríguez Rib, sirve a la comunidad nacional y mundial mediante la entrega de un ciudadano consciente de que sus responsabilidades de aprendizaje permanecen durante toda la vida; de que el grado obtenido solo lo faculta en el empleo de las herramientas intelectuales fundamentales con que deberá seguir profundizando en su área de trabajo y en sí mismo. Solo así podrá estar preparado para afrontar de modo creativo el futuro de un mundo cambiante impulsado por el conocimiento.En el artículo se expone la experiencia de la evaluación de las instituciones de educación superior en la República Dominica y los procesos llevados a cabo por la Asociación Dominicana para el Autoestudio y la Acreditación (ADAA)

Discursos desde la Rectoría

El Dr. Leonel Rodríguez Rib ocupó la rectoría de la Universidad APEC por 16 años, desde 1974 hasta 1990. Estos fueron años en cierto modo fundamentales, pues en ellos se verificó la transformación institucional y de identidad por la que el Instituto de Estudios Superiores pasó a ser Universidad APEC. Testimonio de un agente privilegiado de ese cambio, la selección de discursos presentados aquí constituye una digna muestra de las preocupaciones, esfuerzos y esperanzas que impulsaron entonces la labor de esta comunidad educativa. En estos textos resaltan especialmente los temas relativos a la calidad de la educación superior y a las posibilidades de acceso a esta que deben ser creadas, al empeño por hacer de la universidad un sistema integrado de fuerzas positivas y de vanguardia por el que la sociedad toda se regenera. La universidad, viene a decir del rector Rodríguez Rib, sirve a la comunidad nacional y mundial mediante la entrega de un ciudadano consciente de que sus responsabilidades de aprendizaje permanecen durante toda la vida; de que el grado obtenido solo lo faculta en el empleo de las herramientas intelectuales fundamentales con que deberá seguir profundizando en su área de trabajo y en sí mismo. Solo así podrá estar preparado para afrontar de modo creativo el futuro de un mundo cambiante impulsado por el conocimiento